¡Buenos días a todos!
Ya
hemos finalizado nuestro tercer día de observación de la tienda Hobby Zoo. Esta
vez, fuimos un viernes por la tarde, de 17:00 a 19:00, cuando más lleno estaba
el centro comercial.
Al
principio, no había mucha gente en la tienda, por tanto, nos dio tiempo de
observar bien cada detalle. La primera
impresión que nos llevamos de la tienda fue que los trabajadores no estaban
pendientes de lo que pasaba alrededor (no nos vieron entrar), puesto que
estaban todos al lado de la caja ordenando papeles y pendientes de otras
cosas.
Una
vez dentro de la tienda, nos dimos cuenta de que había un desorden general:
cajas de cartón abiertas por algunas zonas de la tienda, una escalera en medio
de un pasillo que obstaculizaba el paso y una montaña de cojines-camas para
perros en medio de la tienda bastante desordenada. También destacar que los
carteles que explican las características del animal en venta están medio rotos
y bastante viejos, lo que hace un poco difícil su lectura. Así como las jaulas
de los animales, sucias y descuidadas.
Al
cabo de una hora, empezó a entrar gente a la tienda. El servicio no es
momentáneo, ya que hemos visto a los clientes esperar un rato para ser
atendidos. Aun
así, una vez son atendidos, la explicación que dan los trabajadores es bastante
completa, son amables e intentan aconsejar de la mejor forma posible.
Pudimos
presenciar la compra de peces y canarios y nos dimos cuenta de lo siguiente: el
hecho de ser una tienda de animales que también vende productos y accesorios
para éstos, hace que los clientes que adquieren una mascota también aprovechen
para comprar comida y accesorios en el momento.
Cuando
se realiza la compra de un pez, el trabajador lo saca de la pecera y esto hace
que caiga agua al suelo. El problema que vimos es que el trabajador se olvidó
de limpiar el suelo, por lo tanto, queda mojado y resbaladizo, lo que es peligroso
sobre todo para los niños pequeños, y vimos bastantes ese día.
Pudimos
observar también el uso de la peluquería canina, lo que fue bastante divertido,
ya que todo el mundo que pasa por la tienda puede presenciarlo desde fuera. El dueño puede estar dentro junto a su mascota,
esto hace que el animal este mas tranquilo y facilite el trabajo al “peluquero
canino”. El hecho de que todo el mundo
pueda ver el proceso es un punto a favor ya que eso atrae la atención del
público. Además, esto hace que los clientes puedan observar directamente el
servicio y si les convence, traerán a su mascota para probarlo.
¡Hasta la próxima!
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